Hace ya varios años, bastantes pese a lo suave de su paso, una antigua e inolvidable compañera que se convirtió en amiga, en aquel momento ya lo era, alumbró una prodigiosa historia ambientada en el Camino de Santiago.
Recuerdo que, por aquel entonces, preparábamos una convivencia cuya temática vertebradora era la peregrinación a Santiago de Compostela. La actividad que decidimos proponer al alumnado, ella y yo formábamos pareja en la tarea, consistió en un texto, El fantasma del camino, y unas preguntas para poner a prueba su comprensión. En un mapa de Castilla y León se dibujaba el Camino de Santiago a su paso por la comunidad y sobre ciertos lugares emblemáticos del recorrido colocamos pequeños espacios a modo de hito que indicaban los puntos que debían de atravesarse; cada cuestión bien resuelta significaba un paso adelante en la ruta
Como homenaje a aquel momento he decidido colgar la historia e invitar a su lectura a toda aquella persona que se sienta deseosa de adentrase en una obra intrigante y sobrecogedora a partes iguales.
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Foncebadón |
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