Los seres humanos compartimos espacio y tiempo. Nos relacionamos los unos con los otros dibujando un complejo entramado de conexiones, algunas más potentes que otras. En cada persona han arraigado unos determinados valores fruto de la influencia de diversos agentes sociales; la familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios de comunicación de masas. En esa maraña de relaciones, cada persona puede exhibir diversos puntos de vista, opiniones, juicios o conductas; es ahí donde, naturalmente, radica el germen del conflicto. Imaginemos que, tras la aparición y vivencia de un conflicto, dos personas -o genéricamente dos partes- se encuentran enfrentadas. No es difícil deducir que las vías de comunicación entre esas dos personas (o partes) se han deteriorado y que la situación emocional de cada una de ellas ha sufrido una alteración.
Laura, la mamá de Diego (de Bruno y Lara también), ha tenido a bien acercarse hoy por la mañana al cole y explicarnos qué es eso de la mediación, para qué sirve y cómo podemos llevarla a cabo para que los inevitables conflictos que vivimos en nuestro día a día tengan un bonito final. Laura trabaja en el Equipo de Atención al Alumnado con Trastornos de Conducta de León, por lo que sus conocimientos y su experiencia, puestos al servicio de la clase y del cole, serán , que duda cabe, de gran valía. Por lo pronto, ha sido una experiencia muy gratificante.
Hemos acotado el término "mediación" y también hemos sabido de su importancia como puente entre esas partes enfrentadas, aunque también hemos entendido la mediación como algo voluntario y con unas normas que debemos seguir con rigurosidad.
La actividad más atractiva para la clase, en mi opinión, ha sido el role playing: los chicos y chicas han desempeñado el papel de parte enfrentada o mediador/a viviendo esa actuación como si fuera real.
Estupenda clase y estupendo profe. Mucho trabajo ya hecho que ha facilitado que los chicos y chicas hayan sacado jugo a este rato.
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