Un texto narrativo es, grosso modo, un relato que pretende acercarnos las ocurrencias acaecidas a determinados personajes en un lugar y en un tiempo determinado. Consta de tres partes bien diferenciadas que vertebran y dan coherencia a la historia, a saber: introducción, nudo y desenlace.
- Introducción: En ella presentamos a los personajes y el marco narrativo (que es el lugar y el tiempo en el que sucede la historia).
- Nudo: La historia se empieza a enredarse. A los personajes les ocurren determinados sucesos que sustentan el relato. Aparece un conflicto o un problema.
- Desenlace: El conflicto se resuelve.
Tras este pequeño recordatorio, propongo que elaboremos un relato de dos formas distintas:
- Relato oral de no más de dos minutos.
- Relato escrito de entre 200 y 300 palabras.
Para hacer esta tarea, echamos un ojo a la imagen que acompaña a esta entrada; tendremos que utilizar todos y cada uno de los dados, concretamente, las figuras que aparecen en las caras visibles de estos. ¿Cómo lo hacemos? Pues bien, cada figura representa una realidad a la que podemos dar significado en forma de un sustantivo, un adjetivo o un verbo.
La casa, por ejemplo, podría representar:
- Un sustantivo: casa, hogar, morada, residencia, domicilio, etc.
- Adjetivo: casero, hogareño, etc.
- Verbo: habitar, residir, morar, etc.
¡Ánimo! A por vuestra historia.
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