martes, 17 de marzo de 2020

Reflexionemos sobre todo esto

Nos ha tocado vivir días extraños. Dentro de varios años, los libros hablarán de una pandemia, provocada por un virus llamado SARS-CoV-2 que alertó al planeta Tierra en su conjunto. A una sociedad como la nuestra, acostumbrada a la cercanía y al calor de los demás, le va a costar llevar bien estos momentos de zozobra confinados en sus casas. ¡Cómo no nos va a costar! Es comprensible. 
Pero es que los expertos nos están diciendo que quedarnos en casa es la mejor manera de proteger a todas esas personas que son más vulnerables a este dichoso virus. A solidaridad no nos gana nadie. Si para ayudar a los demás, para ayudarnos a nosotros mismos, debemos de quedarnos quietos en casa, pues qué problema va a haber. Nos quedamos en casa. Todo el mundo. 

Ahora viene la segunda parte, ¿cómo hacemos para llevar una vida lo más normal posible? La respuesta es, a mi modo de ver, muy sencilla: ¡No tengo ni la más remota de las ideas! Y aquí no hay engaño posible, porque, a ver quién es el experto o experta en elaborar horarios y rutinas que satisfagan las necesidades de cada familia en esta situación.
A pesar de esto, todos mis compañeros y compañeras de profesión, y lo sé de buena tinta, se están volcando en ayudar a sobrellevar una etapa que, afortunadamente, no tiene nada de normal. "Afortunadamente" porque la tormenta amainará y el sol saldrá de nuevo. 

Mis compañeras de PT y Al, Susana y Gemma, han elaborado un bonito plan de trabajo para estos días y lo han puesto a disposición de aquellos que lo deseen. ¡Seguro que os servirá de ayuda! 


No hay comentarios:

Publicar un comentario